Aguirre y Güemes, culpables de la muerte de Rayán

julio 14, 2009

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Algo muy propio de medios de comunicación como Público, personas como Ignacio Escolar o simplemente agitadores sociales como ocurre con algunos miembros del PSM, IU y grupos minoritarios caldeados por los anteriores partidos citados miembros de la oposición Madrileña.

Y es que la izquierda rabia, acusa y queda una vez más en evidencia. Es lo malo del socialismo, que todo lo que se ponga en su camino, molesta, claramente, y de nuevo, Juan José Güemes y Esperanza Aguirre. Personalmente pensaba que no iban a tener el valor de hacer leña con el tema, pero ya se ha visto que sí. Todo con un culpable, con los mismos, con ese ultraliberalismo que dicen que es el culpable de todos los males, incluso de los terroríficos errores. Todo vale, además, nada ha tenido que ser un error humano, u otra causa que no tenga relación directa con el Gobierno Regional. Una vez más aparece la sanidad privatizada, aquella donde se contrata a la gente sin experiencia, hospitales que se mueven únicamente por los beneficios y se alejan claramente de tratar a los pacientes como tal, se limitan a ser clientes.

Se sigue repitiendo muchas veces, unos debían dimitir, otros no, con el poder suficiente y la convicción moral de siempre llevar la razón, de hacer lo correcto si ellos lo ejecutan, con la falacia y la mentira de tener la fuerza mediática suficiente como para actuar de comisarios políticos.

Recordemos siempre, sin caer en el estúpido «y tu más» que el caso se viviese en la comunidad autónoma de Andalucía,  que por cierto sigue procesos que, lejos de reconocerlo, intentan plagiar el sistema de funcionamiento de la sanidad pública Madrileña. La cosa seguro que cambiaría.

La izquierda una vez más quiere ganar la batalla de no sabemos el qué, dar lecciones de lo público y seguir la cruzada contra todo aquello que defienda el mejor sistema económico del mundo, el capitalismo. Seguirán rabiando y rabiando, después de conocer en cada cita electoral que es imposible ganar unas elecciones por hacer caso a Público o por agitar con mentiras y tonterías de muy bajo nivel intelectual.

Y lo vivido ayer, ya roza lo increíble. Además, iluso que soy, esperaré a que Lucía Fígar, la consejera de Educación, dimita de su cargo porque en un colegio ha suspendido un alumno y tiene que repetir. Oiga, que la culpa, es de la privatización.

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